Mirar con ojos de niños

¿Cuántas veces nos encontramos como padres esperando actitudes de nuestros niños que aún no han aprendido, o que no hemos transmitido con claridad y constancia?

Hoy es el “día del niño” y queremos aprovechar para reflexionar y cuidar esta etapa tan fundamental y necesaria.

A veces nos bombardean los pedidos, las compras, las demandas “mamá quiero…papá, me comprás?, mamá necesito…” y podemos perder el foco rápidamente. 

Pero ¿qué necesitan verdaderamente nuestros niños hoy?

Necesitan lo mismo que los niños de antes , los que parecen que se portaban mejor que los de ahora. Pero en nuestra actualidad, ante un entorno lleno de opciones , regalos y poco tiempo, las necesidades parecieran ser otras. Pero la realidad y los estudios de investigación confirman que nuestros hijos no necesitan muchas cosas, ni muy diferentes. 

  • Necesitan padres disponibles que podamos perder el tiempo con ellos, adentrarnos en su mundo personal y comprenderlos mejor, para saciar esa demanda que a veces llenamos con objetos materiales,
  • Necesitan tiempo en familia, de compartir reír y divertirse,
  • Necesitan poder jugar libremente sin tantas reglas y normativas adultas,
  • Necesitan poder disfrutar del tiempo al aire libre,
  • Necesitan sentirse seguros y escuchados, saber que podrán sentir y decirnos los que les pasa sin ser juzgados,
  • Necesitan padres que les demos un ejemplo claro de serenidad y calma para ellos poder imitarnos antes sus desbordes y sinsentidos,
  • Necesitan padres empáticos para que puedan también serlo con nosotros y con los demás,
  • Necesitan padres atentos y disponibles para ser felices,
  • Necesitan padres que les enseñemos y animemos a volar alto,
  • Necesitan padres que recemos por ellos y por otros, y así aprender a fiarse del Buen Dios desde pequeños. 

En este día del niño no nos perdamos en tantas opciones de pedidos y juguetes que quieren nuestros hijos, miremos más profundo y pensemos mejor cuál es ese mejor regalo,  que a veces es el que más cuesta porque tiene un mayor valor. 

La niñez es una y pasa rápido, aprovechemos las oportunidades de  este tiempo para poder acompañarlos, guiarlos y sobre todo  quererlos mucho, para que el día de mañana ellos también puedan hacer y dar lo mismo.

Les quiero compartir también para esta reflexión dos frases del Papa Francisco sobre los niños que creo que nos pueden dejar pensando:

Los niños son en sí mismos una riqueza para la humanidad y también para la Iglesia, porque nos remiten constantemente a la condición necesaria para entrar en el reino de Dios: la de no considerarnos autosuficientes, sino necesitados de ayuda, amor y perdón (Papa Francisco, 18 de marzo de 2015).

Los niños nos recuerdan otra cosa hermosa: que somos siempre hijos, incluso cuando se llega a la edad de adulto, o anciano, también si se convierte en padre, si ocupa un sitio de responsabilidad, por debajo de todo esto permanece la identidad de hijo. Todos somos hijos. Y esto nos reconduce siempre al hecho de que la vida no nos la hemos dado nosotros mismos sino que la hemos recibido (Papa Francisco 18 de marzo de 2015).

Y para terminar una oración, porque nada mejor que pedirle a Dios que nos ayude a mirar con ojos de niño y a darles a nuestros hijos lo que necesitan

ORACIÓN POR LOS HIJOS:

Señor, Padre todopoderoso,

te damos gracias por habernos dado estos hijos.

Es una alegría para nosotros,

y las preocupaciones,

temores y fatigas

que nos cuestan,

las aceptamos con serenidad.

Ayúdanos a amarlos sinceramente.

A través nuestro has hecho surgir vida;

desde toda la eternidad

tú los conocías y amabas.

Danos sabiduría para guiarlos

paciencia para instruirlos

vigilancia para

acostumbrarlos al bien

mediante nuestro ejemplo.

Fortalecer nuestro amor

para corregirlos

y hacerlos más buenos.

Es tan difícil a veces comprenderlos

ser como ellos nos desean, ayudarlos a hacer su camino.

Enséñanos tú Padre

bueno por los méritos de Jesús

tu Hijo y Señor nuestro.

 Amén