Hasta que se cruzó con el Executive Master in Fashion Business Administration (FBA) en el año 2018, María Salvador había estado persiguiendo a la moda toda su vida. Tras un intento fallido por estudiar Diseño, varias prácticas en empresas del sector e innumerables cursos, llegó a ISEM Fashion Business School.

Desde entonces, ha trabajando en empresas como LOEWE o Tommy Hilfiger. La persistencia y el trabajo duro le han llevado a la actualidad a Décimas, tienda de productos de deporte online. Ha llegado a ese futuro que tanto ha perseguido desde hace años.

María recibiendo su diploma en la Graduación de la Promoción 2018/2019 del FBA.

¿Cuál es tu trabajo en Décimas?

En la actualidad me dedico a trabajar como Controller de Complementos en Décimas y en Polinesia, ya que ambas pertenecen al mismo grupo, a Sport Street S.L. También llevo la parte de marca propia y la de multimarca. 

¿Qué hace en concreto una persona dedicada al Control de Gestión Comercial?

Podríamos decir que el área comercial de esta empresa tiene tres pilares fundamentales: las compradoras, quienes se encargan de negociar y trabajar con diseño; los product managers, que se aseguran de que a las tiendas no les falte producto; y los controllers, como en mi caso. Mi día a día consiste en analizar las ventas de mis secciones, márgenes, precios, descuentos, stocks, tratar de anticiparme a lo que creo que va a pasar… Y, dependiendo del momento en el que nos encontremos, también tengo que elaborar los presupuestos o hacer las planificaciones de las rebajas. Esta es la parte más analítica dentro del equipo. Al final, mi trabajo se basa en que los números cuadren al acabar la temporada. 

Sin embargo, el mundo de la moda es particular, y a la analítica hay que añadirle un poco de corazón: más allá de lo que digan los números, tienes que estar al tanto de las tendencias y saber cuándo tus compradoras tienen una buena propuesta, confiar en tu equipo y tu intuición.

¿Se diferencia la moda deportiva de otros ámbitos de este sector?

Recuerdo que en la entrevista me preguntaron por qué quería trabajar ahí si no era una empresa de moda. Yo les respondí: “¡Claro que es una empresa de moda! Quizá no sea una empresa que marque tendencia, pero, como dicen en la película de El Diablo Viste de Prada, ese producto habrá sido seleccionado para ti por personas como nosotros”.

No creo que la forma de trabajar sea muy diferente a otros ámbitos del sector, pero también tiene sus peculiaridades. En este caso, no solo se seleccionan productos por estética, siempre hay que tener en cuenta el aspecto técnico. Podríamos tener la zapatilla más atractiva para nuestro público, pero si se la prueba y no amortigua sus pasos al correr ¿para qué comprársela?

Una gran diferencia se encuentra en la forma de trabajar con la marca propia de la empresa y proveedores como Nike, Adidas, Reebok… Y yo tengo la inmensa suerte de poder aprender de ambos.

Mucha gente se ha lanzado a realizar deporte en casa debido a la cuarentena, ¿se ha notado esta tendencia en las ventas de la empresa?

Si bien es cierto que todos los que trabajamos en retail nos hemos visto muy afectados por el confinamiento, sí que hemos notado que la gente se ha animado a hacer deporte. En el caso de la empresa, hemos podido ver cómo productos cuya venta fuerte es en septiembre o enero, meses en los que la gente hace sus buenos propósitos, ¡se han disparado en el mes de abril, una locura! En estos casos, lo importante es saber reaccionar lo antes posible para que a nuestros clientes no les falte de nada.

¿Siempre has querido dedicarte a este sector?

Sí, siempre he sabido que mi pasión era el mundo de la moda, aunque no tenía muy claro cuál sería mi lugar. Por ello, cuando entré en la universidad intenté compaginar mis estudios con trabajos relacionados con moda: desde dependienta en Aristocrazy durante las navidades a becaria en una startup de fashion eyewear… También hacía cursos que pudiesen ampliar mi visión. Creo que cuando empiezas, especialmente en este sector, tienes que aprovechar muy bien las oportunidades, todas las experiencias suman.

Además de en Décimas, has trabajado en marcas como LOEWE o Tommy Hilfiger, ¿cómo ha sido tu experiencia laboral?

Lo primero es que para trabajar en moda tiene que apasionarte este mundo. Es un sector muy competitivo y muy duro, pero se compensa con esa pasión. Cuando estaba en mi último año de carrera, veía a todos mis compañeros encontrar trabajo en grandes empresas y a mí me resultaba dificilísimo hasta conseguir prácticas, y eso que no era precisamente una mala estudiante. Incluso durante el máster, llegué a tener muchas dudas y pensé que igual hasta tendría que renunciar a mis sueños o, al menos, posponerlos.

El consejo que puedo dar a las personas que quieran entrar en el sector es que no os cerréis puertas, aprovechad cada oportunidad. Y tened en cuenta que esas oportunidades no suelen caer del cielo, tú tendrás que ir a buscarlas.

Una de las cuestiones que María destaca de su paso por ISEM son sus profesores.

¿Qué es lo que te hizo escoger ISEM y el FBA para continuar tu formación académica?

Como ya he dicho, siempre he sabido que quería trabajar en el sector. Tengo una tía que trabaja en el IESE y me recomendaba constantemente este máster. Cuando llegó el momento de escoger mi carrera, yo quería hacer Diseño pero a mis padres la idea no les convencía mucho… Al final, me decidí por hacer E-2 Bilingüe (Administración y Dirección de Empresas en ICADE), pero con la condición de poder hacer el FBA en el futuro. Me acabé graduando en la universidad en junio de 2018 y en el mes de septiembre ya estaba en ISEM.

Evidentemente, realicé mis investigaciones y lo comparé con otras opciones. Pero, desde luego, me pareció el mejor programa, tanto en materia como en cuanto al profesorado. Después de haberlo cursado, puedo confirmar que es sin duda el mejor.

¿Qué destacarías del Executive Master in Fashion Business Administration?

Ojalá pudiesen verme la cara las personas que me lean mientras escribo esto. Me emociona tantísimo hablar de ISEM… ¡Es que destacaría todo! Para mí ha sido el mejor año de mi vida. 

Académicamente hablando es increíble. Yo, que venía de una carrera más numérica en comparación con otros perfiles, pude ver las peculiaridades del sector y profundizar más en algunos aspectos. Es verdad que las personas que no están acostumbradas a trabajar con números tienen que esforzarse más, pero se consigue. Por otro lado, destacaría al profesorado y coordinadores del máster. Me encantaría poder mencionarlos uno a uno por todo lo que aportaron en mi vida, de verdad que aprendí algo de todos, son auténticos profesionales y es un lujo poder contar con ellos.

El FBA también es una llave para entrar en el sector y muchas de las personas que ocupan puestos de responsabilidad en empresas de moda, han pasado por aquí.

Y lo último que tengo que destacar, me he dejado lo mejor para el final, son mis compañeros. Durante el máster, prácticamente convives con ellos. Ya no solo por las clases, sino por todos los trabajos que tienes que hacer en equipo, prepararte exámenes, casos… Me alegra muchísimo ver su avance profesional, ver que, poco a poco, están consiguiendo sus metas. Estoy segura de que podré contar con ellos en el futuro y espero que sepan que yo siempre estaré dispuesta a echarles una mano en cualquier momento.

Todos los alumnos del máster tienen la posibilidad de contar con un mentor para acompañarles y ayudarles durante el curso, ¿cómo aprovechaste tú el programa One2One?

En mi caso he de decir que el programa se ha extendido más allá del curso. Me tocó como mentor a Jorge Oroviogoicoechea y ha pasado de ser un guía en el máster, a ser un pilar fundamental en mi vida. Hablamos casi semanalmente. Él sabe lo mucho que crecí como persona y como profesional durante el tiempo que duró el FBA y, aunque me atribuye a mí el mérito, si Jorge no hubiese formado parte de mi experiencia no creo que hubiese podido exprimirla tanto. 

Cualquier profesor de ISEM está dispuesto a orientarte. Durante el curso a mí me ayudaron muchos de ellos: Clemente Hernández, Javier de Rivera, Carmen Azpurgua, Pilar Esteban… Y muchas otras personas. Pero tu mentor es especial, normalmente tienes más confianza con él y la atención es más personalizada todavía. 

Sin duda, el programa One2One les encanta a los alumnos, y animo a todos los alumnos y futuros alumnos a que lo aprovechen al máximo.

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Artículo original publicado aquí